AMIGO CIBER LECTOR NUESTRA ATENCIÓN AHORA SE DIRIGE AL VALLE DEL MEZQUITAL EN IXMIQUILPAN HIDALGO EN EL ÁREA DE DIOS PADRE, LO CIERTO ES QUE HAY EVIDENCIAS DE ACUERDO A LOS EXCELENTES REPORTAJES DE DENNISSE MEARKER EN SU PROGRAMA PUNTO DE PARTIDA, DONDE HABLA SOBRE "LAS INJUSTICIAS DE OSORIO CHONG” Y JORGE MARTÍNEZ DEL DIARIO CRITERIO DE HIDALGO DONDE EL DÍA 2 DE NOVIEMBRE DEL 2010 PUBLICO EN LA SECCIÓN TODO POR SU NOMBRE EL REPORTAJE “¡CLARO QUE INDIGNA!” EL CUAL ME GUSTARÍA LEYERA USTED AMIGO CIBER LECTOR:
REPORTAJE DEL DIARIO CRITERIO
Todo por su nombre
Jorge Martínez
¡Claro que indigna!
Martes, 02 de Noviembre de 2010
“Hace unos cuatro años, los dirigentes comunales de Dios Padre, que velaban con algún encargo los bienes comunales, mostraban su optimismo porque las autoridades estatales y agrarias mostraban legalmente que las tierras pertenecían a los indígenas hñäñhüs que por varias generaciones habían
explotado.
La resolución presidencial del 8 de octubre de 1947, que les confirmaba la titularidad de mil 608 hectáreas, era respetada como tal, mientras que suspendían todo procedimiento legaloide que pudiera poner en riesgo esa pertenencia.
Sobre todo por la existencia de algunos particulares que buscaron excluir sus supuestas propiedades privadas de ese conjunto, aunque la Reforma Agraria en 1996 les dejó bien claro que todo seguía como un solo núcleo de bienes comunales.
Incluso, el 9 de diciembre de 1997, el ahora gobernador Miguel Osorio, en su calidad de subsecretario de Gobierno, le envió el oficio SSG/DAA/930/97 a Benito Olguín Ramírez, donde le informa que había girado instrucciones al alcalde de Ixmiquilpan, para que clausuraran todas las
construcciones de los supuestos pequeños propietarios.
En ese entonces, también se envían sendas cartas a los notarios de Hidalgo por la Coordinación Jurídica del gobierno murillista, que presidía Gerardo Martínez Martínez, para que ninguno emitiera documento alguno reconociendo a los presuntos pequeños propietarios, en reconocimiento a la
resolución presidencial del 47.
A la vuelta de algunos años, las reglas del juego cambiaron justo cuando desapareció de la actividad pública el sacerdote Lino Gussoni, a quien sus feligreses le habían permitido explotar el mármol de infinidad de predios, así como las cuarenta hectáreas comprendidas por el llamado Rancho
Damasco.
El sacerdote Lino Gussoni, a través del ingeniero Luis Morfín de la Parra, vendió ese predio a la empresa Desarrolladores Nuevo Milenio S.A. de C.V., quienes adquirieron tres cuartas partes y el resto fue adquirido por Irving Fausse Pedraza García, según la escritura 263, contenida en el Tomo II, Libro I Sección I del 28 de octubre de 1997.
Tal vez el carácter tajante de la autoridad cambió ante lo excepcional de los compradores, pues la empresa inmobiliaria estaba adjudicada a Alejandro González Murillo; el otro comprador, aunque en ese entonces era un empleado de tercera en la oficina de Giras y Audiencias, con un sueldo de apenas 25 mil pesos mensuales, era hijo y por obvias razones, prestanombres del ahora diputado Roberto Pedraza Martínez.
Esta transacción por siete millones de pesos está oficializada, aun cuando había mandatos oficiales de que ninguno de los fedatarios públicos podía emitir documento alguno sobre las mil 608 hectáreas de Dios Padre.
Hace algunos días, vimos con tristeza cómo la violencia policial suplió, como ya es costumbre, a los burócratas empleados para llevar las negociaciones que permitan la gobernabilidad de los hidalguenses.
Además, se ponderó el interés particular de unos cuántos, quienes han obtenido un enriquecimiento a partir del tráfico de influencias, los cargos públicos y las mentiras.
En la obsesión de esos politiquillos regionales, por obtener lo que no han alcanzado como hombres de empresa, arrastran la dignidad de hombres del campo que sólo piden respeto a su persona y a sus bienes, como algo inherente al honor que debe tener cualquier hombre honorable.
Ahora, con una guerra mediática donde los acusan de ser unos delincuentes, lo sazonan metiendo a personas ajenas a los problemas como Xóchitl Gálvez.
Si la intención es despojarlos de sus tierras, que lo hagan en los tribunales y no utilizando tanta violencia física y verbal, que a muchos hombres y mujeres de bien, que son por fortuna muchos hidalguenses, sí ofende”.
VIDEO REPORTAJE DE DENNISSE MEARKER
